A mediados del año 1998 Warner Brothers, a través de su canal de seriados The WB, anunció el estreno de un nuevo drama para el otoño. Se trataba de "Charmed", seriado producido por Spelling TV (del famoso productor de series Aaron Spelling), en asociación con Paramount TV, y narraría las aventuras de tres jóvenes hermanas que se enfrentarían a la realidad de que eran brujas con poderes mágicos. Esta serie marcaba el regreso a la televisión de Shannen Doherty, luego de años de ausencia tras su abrupta salida de "Beverly Hills 90210", de Spelling TV también y de donde fue despedida por sus constantes riñas con los compañeros de set. Junto a ella estarían Holly Marie Combs, actriz querida por el público estadounidense tras su participación como Kimberly Brock en la serie "Picket fences", y Lori Rom, actriz que había realizado un pequeño personaje en la serie "Dawson's Creek" así como otros personajes menores en "Jack and Jill" y "Providence".
Sin embargo, pocos días antes de iniciar las grabaciones oficiales, Lori anunció que no participaría en la serie por razones personales. Ella interpretaría a Phoebe Halliwell, la menor de las tres hermanas, mientras Holly interpretaría a Piper Halliwell, la hermana del medio, y Shannen interpretaría a Prue Halliwell, la mayor, aún cuando Holly había presentado casting para interpretar a Prue y Shannen a Piper.
Spelling TV acababa de pasar un excelente año, pues dos de sus series estaban ampliamente posicionadas en el trono de los seriados y eran vistas en todo el mundo. Hablo de "Beverly Hills 90210" y "Melrose Place". La primera había lanzado al estrellato a jóvenes figuras como Jason Priestley, Luke Perry, Jennie Garth, Tori Spelling y Tiffani-Amber Thiessen. La segunda contaba con actores de la talla de Heather Locklear (Dynasty, Spin City), Courtney-Thorne Smith (Ally Mc Beal), Lisa Rinna, Laura Leighton y Rob Estes. También marcó el regreso a la televisión de Alyssa Milano, reconocida por su personaje de Samantha Micelli en ¿Quién Manda a Quién? y cuya popularidad parecía haberse mantenido a pesar de tantos años de ausencia, durante los cuales hizo una corta carrera como cantante en los países orientales y protagonizó unos pocos filmes independientes. Por ésta razón Aaron Spelling decidió escogerla como el reemplazo de Lori en la nueva serie. Alyssa se unió al elenco dos días antes de iniciar las grabaciones y la prensa empezó a especular sobre su fama de diva y sobre una posible rivalidad con Shannen. Pero no fue así. Las grabaciones de la serie empezaron en un clima de cordialidad y camaradería que las mismas actrices manifestaron ante la prensa (Recordemos que Shannen y Holly fueron madrinas de Alyssa en su matrimonio con Cinjun Tate, vocalista de la banda de rock Remy Zero en 1999) y que se mantuvo durante las dos primeras temporadas de la serie.
Rápidamente el seriado fue ganando admiradores y los niveles de audiencia aumentaron vertiginosamente a pesar de que hasta el día de hoy ni la serie ni las actrices hayan ganado algún premio. Todo parecía ser color de rosa y "Charmed" se ubicaba en el segundo lugar en audiencia, superado solo por "Buffy the Vampire Slayer". Sin embargo, luego de finalizar la segunda temporada de la serie, las actrices permanecieron durante mucho tiempo fuera del set y en ese lapso de tiempo Alyssa fue contratada para varias campañas publicitarias que causaron que su popularidad subiera como la espuma.
Esto, sumado a la relevancia que obtuvo el personaje de Phoebe en la tercera temporada y su nuevo poder de levitación, así como su tórrido romance con Cole, el personaje interpretado por Julian McMahon, hizo de Alyssa la diva del momento. Paralelamente Shannen era arrestada por conducir embriagada, y su fama de niña terrible, caprichosa, voluntariosa e irresponsable (No estoy afirmando que eso sea cierto), cobró vida nuevamente. Al parecer todos estos factores produjeron que los roces entre las dos actrices fueran en aumento hasta crear un ambiente pesado y tenso en las grabaciones. Shannen trató a toda costa de hacer repuntar su popularidad mediante un costoso guardarropa y procurando que el manejo tanto de cámaras como de libretos la favorecieran. Holly permaneció en el medio, siendo leal a su vieja amiga Shannen pero sin deteriorar su relación con Alyssa. Al finalizar la temporada y dado que los sucesos ocurridos en el último episodio lo permitían (se suponía que Phoebe sacrificaría su vida ante la Fuente por sus hermanas), los rumores de una salida inminente de Alyssa de la serie cobraban cada vez más fuerza.
Sin embargo, ocurrió lo inesperado: quien anunció su salida de la serie fue Shannen. Aunque la prensa trato veladamente de atribuirle una acusación en contra de su compañera, la cual decía que Alyssa había solicitado su despido o de lo contrario sería ella quien se iría, Shannen fue enfática en afirmar que su partida se debía a motivos personales. Sin embargo, poco después la misma Shannen hizo declaraciones en las cuales arremetió contra sus compañeros de set y aún contra la audiencia, a excepción de Holly, a quien defendió y de quien afirmó que tampoco continuaría en la serie luego de su retiro (Declaraciones que molestaron de todos modos a Holly, quien sostuvo que si bien Shannen era su amiga, no podía poner palabras en su boca). El hechizo parecía haberse roto y el poder de las tres se había destruido para siempre. Pero los productores no estaban dispuestos a perder la audiencia que habían ganado y menos ahora que Buffy se había ido para el canal de Paramount (UPN). Así que se dieron a la tarea de buscar un reemplazo para Shannen. Y vaya que fue complicado.
Durante los meses posteriores al anuncio del retiro de Shannen, se barajaron los nombres de varias actrices, entre ellas Eliza Dushku (Faith en Buffy the Vampire Slayer), Soleil Moon Frye (Roxie en Sabrina), Neve Campbell (Scream, Julia en Party of five), Lacey Chabert (Claudia en Party of five), Jennie Garth (Kelly en Beverly Hills 90210), entre otras. Pero fue el nombre de Jennifer Love Hewitt (Party of five, Sé lo que hicieron el verano pasado) el que más fuerza tuvo, hasta que se conoció la noticia de que la actriz había rechazado la oferta por sus compromisos cinematográficos. Spelling continuó en la búsqueda hasta que, finalmente, quedaron dos nombres: Denise Richards, conocida por su personaje de adolescente perversa y lujuriosa en Criaturas Salvajes junto a Neve Campbell, y por haber sido, al lado de Sophie Marceau, una de las Chicas Bond que acompañaron a Pierce Brosnan en "El mundo no basta". Al lado de ella, una actriz más bien desconocida, llamada Rose McGowan, quien, a pesar de sus papeles en filmes independientes como The Doom Generation y Ready to rumble, era más reconocida por un pequeño papel realizado en el filme Scream, donde interpretó a Tatum Riley, la mejor amiga de Sydney (Neve Campbell), y por su relación sentimental con el cantante Marilyn Manson. Al declinar Denise la oferta, los productores se arriesgaron a escoger a Rose. Y digo arriesgaron, porque ella estaba lejos de ser la actriz con el perfil que ellos buscaban. No era un símbolo sexual como lo es Alyssa (De hecho, cuando evoco su participación en Scream todos la recuerdan como "la gorda") ni tenía la imagen dulce y angelical de Holly (Quienes han revisado sus galerías encuentran fotos bastante agresivas), ni era una diva ni una actriz que tuviera peso publicitario como Shannen (el hecho de haber estado relacionada con Marilyn producía cierta repulsión en algunos). Aún así su contratación se anunció, siendo un suceso inusual incluso para ella misma. Aaron Spelling decidió apelar únicamente a su calidad actoral. Y, por lo que hemos observado, parece que no se equivocó, pues a pesar de que es su primera participación en televisión la audiencia la ha aceptado gradualmente y su popularidad ha aumentado al punto de ser portada de dos revistas (Jane y Seventeen, junto a Holly y Alyssa), y de haber sido conductora invitada a los American Music Awards éste año.
Si bien está un poco lejos de hacer que la audiencia olvide del todo a Shannen, su personaje de Paige Matthews ha calado bien entre la mayoría del público. Además, este cambio de roles le ha dado la relevancia que hasta ahora se le había negado a Holly y se le ha dado la oportunidad de demostrar su capacidad actoral, pues en las temporadas anteriores su personaje parecía estar siempre a la sombra de sus co-estrellas. Alyssa también se ha afirmado en su personaje y se ha quitado la imagen de diva demostrando que es una actriz en toda la extensión de la palabra. Si bien es duro acostumbrarse a la ausencia de Shannen, quien de todos modos poseía una fuerza actoral inigualable y su personaje era el de más carácter y prácticamente sobre quien recaía toda la trama, hay que dar una oportunidad a la joven Rose. Para los que aún esperan el regreso de Shannen a la serie, lamento decirles que en recientes declaraciones ella afirmó que NO participará nuevamente en ninguna serie de Spelling TV. En todo caso, y de modo muy personal, creo que tanto para la historia como para el ambiente de trabajo de Charmed lo mejor es que las cosas sigan como van. Eso sin contar que Shannen no tuvo reparos en agredir a la audiencia que aún hoy la respalda. No es que me desagrade Shannen, todo lo contrario, pero la verdad no me cae en gracia que me digan que los programas que veo son para niños de 12 años. Y el hechizo esta lejos de romperse, pues las actrices (Las tres) han firmado ya sus contratos para las temporadas cinco y seis. Así que hay
Charmed... ¡para rato!